martes, 10 de noviembre de 2009

Amigos Fugaces

Hace unos días un compañero de trabajo confirmó su intención de irse. Tras un año en Edimburgo, tras un año en la compañía, tras haber conseguido un buen horario trabajando los fines de semana con tiempo para estudiar un máster, decidió que su aventura en Escocia, en UK o simplemente su aventura lejos de casa había llegado a su fin... Cuando pienso en este caso no puedo evitar pensar en tantos otros como éste que me he ido encontrando, personas que vas conociendo por el mundo, gente con la que compartes mucho, poco, demasiado o nada... pero gente con la que al fin y al cabo recorres un trocito de tu camino, gente de la que aprendes algo, gente que te enseña, o sólo gente con la que te ríes,... Da igual, es un hecho, que en la vida las amistades, vienen y van. En Tenerife tuve muchas amistades, con algunos. pierdes la relación pero por la condición de isleños los vuelves a ver tarde o temprano, Algunos se van lejos y les pierdes la pista totalmente, a otros te los reencuentras, los ignoras, te ignoran, o simplemente no coincides pero sabes que están ahí cerca, sabes de ellos y ellos saben de ti en general.

Pero en el mundo las cosas funcionan de otra manera, la condición de isla no se puede extrapolar a los continentes. Intento pensar en las personas con las que me he cruzado en este camino y me es imposible enumerarlos a todos, pienso en la gente que conocí en Arnott's, ¿que será de Wesley, Michel, El Piloto, Dani, Carlos, Jesús, Migue? …y esos son sólo un puñado, por supuesto que hay muchos más, imposibles de contar en una lista, imposible de agrupar a todos en un artículo. Al final te quedas con algunos de ellos con los que más has compartido, con los que mejor te has sentido,... pero aún así es difícil mantener el contacto, algún email, una conversación rápida en el MSN, gtalk o facebook; pero tarde o temprano las relaciones se enfrían, es como una inevitable ley, ya lo decía Gollum al jugar a los acertijos, que "el tiempo mata reyes, héroes y destruye montañas..." no, no estaba exento de razón Tolkien, sin duda el tiempo es un disolvente muy potente, capaz de desgastar casi cualquier cosa. Esto te hace sentir mareado, siempre te vas o alguien se va... es difícil de explicar con palabras, pero cualquiera en mi situación entenderá lo que quiero decir; es ese sentimiento de desarraigo, a veces de soledad, que no te hunde pero te frustra. Alguien una vez me dijo: "La única desventaja de viajar es la gente que conoces pero que no puedes terminar de conocer porque te vas". ¡Qué cierto!, ¿verdad?

Al principio intenté luchar contra ese sentimiento, llegué a decirme a mi mismo algo como: “no voy a profundizar en nadie más, porque solo me hacen sentir peor...” pero a la larga me di cuenta de que es una idea realmente tonta, somos seres sociales y necesitamos de la compañía de nuestros semejantes para poder seguir adelante, algunos más y otros menos, pero necesitamos de amigos. Al final tras un par de años trotando y con la intención de seguir haciéndolo; puedo asegurar que el tiempo lo disuelve todo, pero como pasa con los metales nobles, hay relaciones más difíciles de oxidar. Ahí están esas personas que inciden más en ti, personas que mientras el tiempo pasa vas olvidando, pero que cuando vuelves a ver no sientes que ese tiempo haya pasado, después de seis meses, un año o el tiempo que sea, vuelves a quedar con esa persona y no te sientes en frente de un extraño; puede que esa persona haya cambiado, pero da igual, sigue siendo tu amigo; puede que desde hace meses ya ni pienses en esa persona con la que compartiste muchas cosas y un día un email, una llamada, un mensaje de texto, o simplemente uno de esos recuerdos que te golpea de lleno, te hace recordar por qué fue tu amigo. No quiero decir que la itinerancia sea buena para hacer amistades, en realidad es todo lo contrario, pero al mismo tiempo, y como todo, tiene sus ventajas. Hoy cuando vuelvo a Tenerife, sigo viendo a mucha gente a los que considero amigos de verdad, de vez en cuando me escribo algún correo con amigos de Brasil, de Irlanda, España, Eslovaquia, Polonia, ... Son solo una minoría de los cientos que conocí, pero supongo que son una buena selección. Son los metales nobles de mis amistades.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Una visita muy esperada.

Me despedí de mis padres a primeros de Marzo de este año, había pasado dos semanas geniales en casa, pero me iba a Irlanda a afrontar la realidad, me despedían. Tras una noticia de puestos redundantes en enero, finalmente y después de más de dos meses de espera e incertidumbre, fue el 4 de marzo de 2008 cuando nos informaron que a pesar del genial y profesional trabajo que habíamos desempeñado en la compañía, el 4 de abril nuestros servicios no serían necesarios nunca más. Es curioso como los seres humanos tenemos esa manía de acariciar antes de dar una patada en el culo, es difícilmente descriptible la sensación que produce que te halaguen antes de mandarte a la mierda, y es que: ¿quién no se ha visto diciendo: "eres genial pero te dejo" alguna vez? Las empresas son parecidas, aunque nunca usan el socorrido y falso "... no es por ti, es por mí...".

Me gusta jactarme de independiente, de haberme emancipado con 24 años y seguir mi rumbo... pero no es así, tras los meses difíciles de buscar trabajo en Irlanda, llegó la época de cambio al moverme a otro país, y bueno como conté en el post anterior las cosas no fueron como me hubiera gustado y me sentí realmente débil, desprotegido y por supuesto sólo. Es muy difícil superar los problemas cuando no tienes a los tuyos cerca. Lo comprendí en el momento que vi a mis padres en el aeropuerto de Glasgow, porque sin saber como supe que lo peor había pasado, que estaba con mis padres y que con ellos cerca sería capaz de superar cualquier problema, con ellos cerca las cosas malas no son tan malas. Porque al fin y al cabo por mucho que viaje, por muy mayor que me haga, por mucho que madure, por mucho que me endurezca, por mucho que viva; mi familia nunca dejará de serlo, y siempre tendré un lugar a dónde volver, un lugar donde sentirme querido y protegido y es eso lo que entiendo por hogar, que no es otra cosa que el lugar donde pueda reunirme con los míos.

Durante diez días tuve tan esperada visita, y auque no fue como planeamos al adquirir los pasajes… he disfrutado paseando por la ciudad, cocinado, comiendo, sacando fotos, videos o haciendo cualquier cosa mundana con los míos. Quizá haya sido una lástima no tener aquí a Fernando para completar la familia. Porque hubiera sido genial. Pero espero y deseo poder recibirlos de nuevo por aquí para un pequeño “road-trip” por las Highlands.

Tras esta visita me siento mucho mejor en Escocia, y es por eso que he vuelto a escribir en el Blog, este es mi pequeño homenaje a las personas a las que más debo en el mundo, a los que más quiero. Gracias por venir, con ustedes a mi lado el mundo es un lugar mejor y menos frío. Les quiero.







viernes, 4 de septiembre de 2009

¿Hay alguien ahí?

Parece que una vida ha pasado desde la última vez que escribí este blog, y es que quizás haya pasado. El Olmo que escribió esos dos primeros artículos hace tiempo quedo atrás. El tiempo no es un buen baremo para medir lo que cambian las personas, la experiencia, la madurez… Desde mi punto de vista la vida no se puede medir en años, meses o días; mas bien creo que la vida se debería de medir en experiencias y en vivencias (y con esto no digo nada nuevo, o no dicho antes). Me siento afortunado de haber vivido el tiempo que me ha tocado vivir, haber conocido a la gente que me ha tocado conocer y haber aprendido de ambas cosas. Hoy en día me encuentro en Edimburgo, desde mi tiempo en Dublín hasta ahora ha pasado una vida.


Tras haber trabajado en Arnotts Ltd. durante 9 meses limpiando platos, mejoré mi inglés lo suficiente como para dar un paso más, no fue fácil, pero conseguí un trabajo en Creative Labs. Ireland, la marca de sonido y multimedia. Allí trabaje durante otros 9 meses. Ha sido hasta hoy el mejor trabajo que he desempeñado, a pesar de que no me sentía progresar como me gusta, pero el ambiente y las condiciones de trabajo estaban muy bien. Allí hice muy buenos colegas, y un amigo de verdad que no es poco. Pero un día llegó la crisis y me quedé en la calle; en parte lo agradezco porque me empezaba a acomodar demasiado y no era el momento de apalancarse... pero los meses siguientes fueron de más incertidumbre y búsqueda de empleo, así como el prepararme una beca del ICEX, hasta que un día recibí una llamada para un trabajo en Sun Microsystems como ingeniero de Soporte del equipo Español; tras una larga pero amena entrevista telefónica conseguí el trabajo, por el que finalmente me decante dejando de lado (por un año) la beca ICEX.

Hoy me encuentro en Escocia, el trabajo no es lo que me imaginaba, pero a pesar de que el salario es mucho mas bajo que el percibido en Irlanda y que tengo que trabajar en turnos que incluyen las noches, este trabajo me da una oportunidad de aprender que valoro mucho en este momento de mi vida.

Los cambios nunca son fáciles, y menos los grandes. Moverse de del país que ha sido tu hogar durante casi 2 años, adaptarse a un acento que es en sí casi otro idioma, para empezar en un trabajo nuevo que supone un gran reto no es, para nada, fácil. Empezar de nuevo me recordó al cambio que me llevo a Irlanda, pero esta vez fue distinto, al fin y al cabo esta vez vine a un hotel pagado por la compañía, con trabajo, pasaje, etc. No, no tiene nada que ver con el cambio a Irlanda, ¿o quizás si?

En el primer mes me empecé a sentir bastante solo, en Irlanda deje a mis mejores amigos, a parte de mi familia, mi casa, mis pubs favoritos, y un millón de vivencias y experiencias... Increíble pero cierto el primer día que me senté en mi nuevo piso y pensé al fin empezaba a establecerme, el pub de la esquina ardió y me quedé sin casa por lo que han sido ya un par de meses. En el incendio un bombero murió, y mucha gente perdió todas sus posesiones, así que me considero afortunado, porque en comparación con ellos, yo no perdí nada. En las siguientes semanas tuve un par de problemas familiares que no vienen al cuento en un blog público y finalmente por cambios en la compañía veo una vez mas mi puesto de empleo peligrar.

Pero es en estos momentos de incertidumbre cuando hay que sacar fuerzas de flaqueza, cuando hay que mirar hacia delante y no perder la sonrisa. Porque por muy sólo que me sienta a veces continuo teniendo unos amigos y familia, que me pregunto si me merezco, porque a pesar de la distancia son capaces de recordarme quien soy y de hacerme ver el camino. Por el momento me tomo las cosas con mucha mas calma, porque he pasado por unos momentos de estrés y tensión que no son demasiado beneficiosos, lo único que espero es que las cosas vayan a mejor poco a poco, seguir aprendiendo y fortaleciéndome de todo lo que pasa a mi alrededor, tanto bueno como malo, porque las experiencias nos enriquecen y son lo que forman nuestras vidas, como los infinitos puntos que forman una línea.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Adaptación

La llegada a Irlanda ha sido una locura, lo cierto es que en comparación con otros muchos lo he tenido relativamente fácil, ya que al tener un hermano aquí me he ahorrado mucho tiempo en cosas que si te explican en español, son mucho más sencillas. Además conseguí el trabajo a la velocidad del rallo, puesto que ahora todas las tiendas están contratando gente para Navidades y por qué no reconocerlo, mi hermano puso una vez más de su parte.

Desde que salí de Sevilla, esto ha sido como un carrusel de sensaciones, la primera de lástima y dolor, porque sentía que a parte de haber dejado un trozo de mi corazón en Canarias, me dejaba otro en la capital andaluza, ya que en el tiempo que pasé cerca del Guadalquivir conocí un poco más a alguien a quien no quiero dejar de conocer nunca. Volviendo al tema, justo antes de subir al avión me paré a reflexionar dándome cuenta de que sin saberlo hacía 8 días que me había emancipado, que ya dependía de mi mismo, y que me iba a buscar el guiso por mi cuenta. Una vez en Irlanda, lo mejor fue el reencuentro con mi hermano, que además de hermano lo considero un amigo de verdad y buen puntal de chuletada, salida nocturna o lo que tercie. Como ya conté a los dos días ya estaba trabajando en Arnotts, un centro comercial de Henry Street, en pleno City Center.

El cambio ha sido brusco, los primeros días es como abrir regalos, todo es nuevo y sorprendente, cosas tan tontas como supermercados 24h, o coger el tren para ir a trabajar me parecían increíbles. Una de las mejores experiencias a mi parecer es el hecho de hacerte tus propias compras, de planificar comidas y de sentirme totalmente responsable de mi mismo. Pero hay muchas cosas amargas también, como acostumbrarte a un clima rudo, a una comida diferente, y lo peor, a la falta de apoyos. No obstante creo que todas esas cosas tienen sus contrapuntos en conocer gentes de todos lados, hoy por ejemplo conocí a un nepalí, y la semana pasada a un par de bangladeshinos (Gracias Patri); además de venezolanos, polacos, irlandeses, eslovacos, mexicanos, argentinos, italianos, franceses, vascos e incluso a algún español XD.

Antes de venir aquí estudié inglés, pro al llegar me di cuenta de lo poco que sabía, porque no entendía nada ni a nadie, ahora con el tiempo voy entendiendo más cosas, e incluso puedo conversar con gente que no sea irlandesa, porque estos últimos hablan demasiado rápido. Cuanto más inglés aprendo más me doy cuenta de lo poco que sé y de todo lo que me queda por aprender, pero es simpático cuando vas teniendo reacciones automáticas, por ejemplo: cuando no entiendes dices “what?”, en vez de “¿Cómo?”; o “thanks” en vez de “gracias”, bueno y algo que se te pega muy rápido es el socorrido “fuck”.

Resumiendo: En Irlanda me he encontrado con una burocracia absurdamente estúpida, con la soledad del que no puede comunicarse, con la sensación de ser un extranjero, con la añoranza de los amigos, la familia, el clima y la comida rica en frutas y verduras frescas y por supuesto con el problema que supone vivir en una de las ciudades más caras de Europa. Pero por otra parte soy independiente, sé que mi hogar sigue en unas islitas a 2 ó 3 horas de avión, que mis amigos siguen ahí, que cierta flor me quiere a pesar de las distancias, que tengo el mejor hermano del universo, que el mundo es un lugar esperando ser explorado y también he aprendido que conocer a gentes de otras culturas te ayuda a crecer individualmente, que soy capaz de sobrevivir, que puedo ser feliz a pesar de cualquier circunstancia, y que lo importante no es lo que hagas en la vida, sino como te sientas al hacerlo. Por ello no me cambiaría por nadie del mundo en este momento.

martes, 23 de octubre de 2007

Calidad de vida


Bueno chicos aquí empieza todo, una vez más en Sevilla. Recuerdo como algo difuso aquel verano de 2001 cuando expectante de la aventura universitaria me embarqué en un viaje a Chipiona, quizás en aquella ocasión no conocí la capital andaluza, pero de lo que no cabe la menor duda es que esta ciudad ha supuesto en dos ocasiones determinantes de mi vida un paso intermedio a un gran cambio.

Hoy me encuentro en la facultad de ciencias de la comunicación de la ciudad del Guadalquivir, a dos días de girar 180º mi vida. Lo fácil hubiera sido quedarme con un curro cojonudo, acompañado de los mejores amigos que se puede tener, y prosperar en ese pequeño paraíso donde me he criado y me siento seguro; pero tener encaminada mi vida desde los 24 años va en contra de todo lo que he aprendido y de lo que me han enseñado mis mentores acerca del mundo, así que era ahora o nunca. En un par de días me veré en otro país, con otra gente, hablando en un idioma que no conozco y trabajando limpiando calderos o platos de otros. Pero no me de miedo ni el trabajo ni lo desconocido, me da miedo perder mis apoyos, puesto que aunque en Irlanda sólo tendré el apoyo de mi hermano, que ciertamente no es poco, en parte perderé a esa gente que quiero y admiro con la que aprendo y me siento protegido. De momento disfruto de Sevilla y por que no decirlo, me dejo llevar por la nube dulzona que crea en mi cabeza cierta personita, pero como todo lo bello es algo efímero, algo que cada día es más lindo pero está más cerca de su final, aunque nunca se sabe y puede que lo que parecía un punto final sólo sea un punto y seguido.

Volviendo a los cambios que me depara el futuro, a las reflexiones y a todo lo que se avecina; he de decir que en estos últimos días he tenido mucho tiempo para la reflexión ya que nunca paro de analizarlo todo, incluso a mi mismo. Mis reflexiones sobre mí me llevan a que soy una persona que se muestra extrovertida, dado que lo que más me gusta en el mundo es relacionarme con otros seres humanos, y por que no decirlo, me gusta ser un poco el centro de atención, me gusta contar el chiste o hacer el comentario con el que todos rien… una actitud que me ha supuesto tantas ventajas como desventajas, hay veces que intentando hacerme el gracioso hago el tonto, y si mis tonterías hacen que otra persona se sienta mal me siento una mierda, es quizás ese mi peor defecto, siempre claro desde mi punto de vista. Cuando conozco a alguien suele despertar en mí una curiosidad ávida, que intento satisfacer justo hasta el momento que se me demuestra que no merece la pena cocerse más, momento en el que simplemente dejo de profundizar en esa persona. De esta manera hay pocas personas con las que yo realmente me lleve mal (de lo contrario no sé), y algunas a las que llevo conociendo mucho tiempo y creo que nunca dejarán de sorprenderme, y son esas personas lo que más valoro en la vida, porque creo que la calidad de una vida se mide en parte por la calidad de las personas con las que nos relacionamos, y sinceramente, no creo que pueda tener más calidad de vida, por eso nunca encontraré un superlativo de “gracias” para decirle a mis amigos y familia todo lo que los quiero. Así dedico este primer artículo en lo que pretendo sea un blog de mis experiencias ahora que me emancipo, ahora que me voy lejos de donde son mis raíces, ahora que empieza una nueva aventura.