domingo, 6 de septiembre de 2009

Una visita muy esperada.

Me despedí de mis padres a primeros de Marzo de este año, había pasado dos semanas geniales en casa, pero me iba a Irlanda a afrontar la realidad, me despedían. Tras una noticia de puestos redundantes en enero, finalmente y después de más de dos meses de espera e incertidumbre, fue el 4 de marzo de 2008 cuando nos informaron que a pesar del genial y profesional trabajo que habíamos desempeñado en la compañía, el 4 de abril nuestros servicios no serían necesarios nunca más. Es curioso como los seres humanos tenemos esa manía de acariciar antes de dar una patada en el culo, es difícilmente descriptible la sensación que produce que te halaguen antes de mandarte a la mierda, y es que: ¿quién no se ha visto diciendo: "eres genial pero te dejo" alguna vez? Las empresas son parecidas, aunque nunca usan el socorrido y falso "... no es por ti, es por mí...".

Me gusta jactarme de independiente, de haberme emancipado con 24 años y seguir mi rumbo... pero no es así, tras los meses difíciles de buscar trabajo en Irlanda, llegó la época de cambio al moverme a otro país, y bueno como conté en el post anterior las cosas no fueron como me hubiera gustado y me sentí realmente débil, desprotegido y por supuesto sólo. Es muy difícil superar los problemas cuando no tienes a los tuyos cerca. Lo comprendí en el momento que vi a mis padres en el aeropuerto de Glasgow, porque sin saber como supe que lo peor había pasado, que estaba con mis padres y que con ellos cerca sería capaz de superar cualquier problema, con ellos cerca las cosas malas no son tan malas. Porque al fin y al cabo por mucho que viaje, por muy mayor que me haga, por mucho que madure, por mucho que me endurezca, por mucho que viva; mi familia nunca dejará de serlo, y siempre tendré un lugar a dónde volver, un lugar donde sentirme querido y protegido y es eso lo que entiendo por hogar, que no es otra cosa que el lugar donde pueda reunirme con los míos.

Durante diez días tuve tan esperada visita, y auque no fue como planeamos al adquirir los pasajes… he disfrutado paseando por la ciudad, cocinado, comiendo, sacando fotos, videos o haciendo cualquier cosa mundana con los míos. Quizá haya sido una lástima no tener aquí a Fernando para completar la familia. Porque hubiera sido genial. Pero espero y deseo poder recibirlos de nuevo por aquí para un pequeño “road-trip” por las Highlands.

Tras esta visita me siento mucho mejor en Escocia, y es por eso que he vuelto a escribir en el Blog, este es mi pequeño homenaje a las personas a las que más debo en el mundo, a los que más quiero. Gracias por venir, con ustedes a mi lado el mundo es un lugar mejor y menos frío. Les quiero.







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